La Utopía Democrática


Todo es una utopía, excepto lo que uno apoya. Al menos así ha sido la historia humana. Por ejemplo, existe la creencia generalizada de que la democracia es la gran salvadora de los mundos, y que los problemas que existen en la sociedad democrática se pueden solucionar con más democracia. Y quien no crea eso, debe ser un fascista o un utópico de esos que tan poco abundan.

La democracia se ha convertido en una utopía y a la vez en una dictadura. Primero, ya se quejaban Platón y Aristóteles del "vox populi, vox dei" (la voz del pueblo, la voz de dios): la democracia es una falacia ad populum, es decir, el hecho de que muchas personas afirmen algo, no quiere decir que sea lo mejor o lo correcto. De hecho, una minoría de una persona podría estar en lo correcto y 7 mil millones restantes podrían estar equivocados; lo cual es una situación exagerada, pero factible. Es por eso que, para los antiguos griegos, amantes del razonamiento lógico, nunca fueron fanáticos de la democracia.

La democracia no llega ni puede llegar a la verdad o a la justicia, ya que sólo es un simple método de solución de conflictos o de toma de decisiones. Es tan democrático un grupo mayoritario de fanáticos religiosos que decide democráticamente el exterminio de una minoría religiosa como cualquier elección presidencial. Ah, pero claro, con el tiempo se ha asociado a la democracia con el respeto a las minorías y la tolerancia, lo cual es una asociación impuesta. En la época de Saladino, tanto cristianos, como musulmanes y judíos podían vivir relativamente tranquilos, en tolerancia y con respeto de las minorías en "Tierra Santa", y no existía la democracia. Cuestiones similares ha a lo largo de la historia, así que la democracia no es una condición sine qua non de la tolerancia y el respeto a las minorías.

Pero como no todo en la vida es "política", sino también economía, hay voces que alaban la democracia por ser impulsora de algo que llaman desarrollo económico, pero es algo que tampoco es del todo cierto. China, un país que al menos yo no calificaría como democracia, tiene un crecimiento vertiginoso. Y lo mismo ocurre con muchos países autocráticos. En cambio, las que llaman democracias modelos tienen serias fallas económicas en la actualidad, y mejor ni hablemos de EE.UU., quien ha entrado recientemente en "shutdown" (cierre de algunas funciones estatales). Así que la democracia tampoco es condición sine qua non del crecimiento económico.

Quizás la parte más utópica de lo que hoy llaman democracia es la ilusión de participación ciudadana. ¿Acaso que el esclavo escoja a su amo lo hace menos esclavo? ¿Acaso que el pueblo escoja un rey temporal (presidente o primer ministro) por algunos años lo hace más libre? ¿Es participación escoger a la persona que va a escoger por mi las cosas que me afectan?

Pero la democracia también tiene su forma de dictadura: no importa si estás de acuerdo o no con la democracia, debes someterte a ella. Así, el apoyo a otros sistemas de gobierno, son rechazados fehacientemente. "Nada es mejor que la democracia, y debes ser democrático para avanzar", dice el evangelio a San Dólar. O peor aún, las respuestas en blanco y negro: "Si no apoyas la democracia, entonces apoyas la dictadura". Y ahí es cuando los mando a leer el artículo de Wikipedia sobre el Falso Dilema.

La democracia, siempre ha sido considerada una utopía, y al menos en ciertos grados lo es. Hace 300 años, la democracia (directa o representativa) era considerada imposible y los que la proponían les llamaban "utópicos". Si les digo que creo que en una sociedad, no basada en imposiciones de minorías sobre mayorías o viceversa, sino basada en el consenso de la sociedad... ¿Cuánto te tardas en llamarme utópico?

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